Focaccia de harina de garbanzos,
aromatizada con aceite de ajo y romero
Ingredientes:
200 gr de harina panadera
50 gr de harina de fuerza
75 gr de harina de garbanzos (de venta en herbolarios)
1 cucharadita de sal
12 gr de levadura fresca de panadería, tipo Levital
250 ml de agua templada
Aconsejo que se utilice la máquina del pan o la amasadora, porque es incómodo trabajar con el aceite en la segunda fase del amasado, ya que éste se suele pegar a la superficie de trabajo y no repartirse bien por la masa.
Pongo todos los ingredientes en la cubeta de la máquina del pan, programa "Amasado". Mientras la máquina amasa, preparo el aceite aromatizado:
2 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
1 ramita, hermosa, de romero
1 diente de ajo cortado al medio
Caliento a fuego suave el aceite, sin dejar de remover el ajo y el romero, hasta que suelten todo el aroma, pero sin quemarse. Dejo enfriar y filtro.
Cuando la máquina del pan ha terminado su trabajo, la apago y echo en la cubeta 1 cucharada del aceite que he preparado. Vuelvo a encender el programa "Amasado" y lo hago funcionar los minutos necesarios para que el aceite se incorpore completamente a la masa, luego apago la máquina y dejo que la focaccia repose en su interior 30 minutos.
Mientras, con el aceite que me ha sobrado unto un molde de Teflon rectangular, de unos 35x20 cm. Después del reposo vierto la masa de la focaccia en el molde y, con los dedos mojados de aceite, la estiro con delicadeza para que ocupe todo el molde.
La masa es muy blanda y hay que cuidar de no explotar las burbujas de aire que tiene.
Dejo leudar otros 30 minutos en el horno precalentado a 50º y luego apagado.
Cuezo la focaccia a 220º, con calor arriba y abajo y un cuenco con agua en el interior del horno.
Se trata de una focaccia baja (no más de 3 cm de espesor) y de aroma intenso, no apta para la congelación. Es preferible consumirla a lo largo del día. No tiene nada que ver con la farinata.
200 gr de harina panadera
50 gr de harina de fuerza
75 gr de harina de garbanzos (de venta en herbolarios)
1 cucharadita de sal
12 gr de levadura fresca de panadería, tipo Levital
250 ml de agua templada
Aconsejo que se utilice la máquina del pan o la amasadora, porque es incómodo trabajar con el aceite en la segunda fase del amasado, ya que éste se suele pegar a la superficie de trabajo y no repartirse bien por la masa.
Pongo todos los ingredientes en la cubeta de la máquina del pan, programa "Amasado". Mientras la máquina amasa, preparo el aceite aromatizado:
2 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
1 ramita, hermosa, de romero
1 diente de ajo cortado al medio
Caliento a fuego suave el aceite, sin dejar de remover el ajo y el romero, hasta que suelten todo el aroma, pero sin quemarse. Dejo enfriar y filtro.
Cuando la máquina del pan ha terminado su trabajo, la apago y echo en la cubeta 1 cucharada del aceite que he preparado. Vuelvo a encender el programa "Amasado" y lo hago funcionar los minutos necesarios para que el aceite se incorpore completamente a la masa, luego apago la máquina y dejo que la focaccia repose en su interior 30 minutos.
Mientras, con el aceite que me ha sobrado unto un molde de Teflon rectangular, de unos 35x20 cm. Después del reposo vierto la masa de la focaccia en el molde y, con los dedos mojados de aceite, la estiro con delicadeza para que ocupe todo el molde.
La masa es muy blanda y hay que cuidar de no explotar las burbujas de aire que tiene.
Dejo leudar otros 30 minutos en el horno precalentado a 50º y luego apagado.
Cuezo la focaccia a 220º, con calor arriba y abajo y un cuenco con agua en el interior del horno.
Se trata de una focaccia baja (no más de 3 cm de espesor) y de aroma intenso, no apta para la congelación. Es preferible consumirla a lo largo del día. No tiene nada que ver con la farinata.
Etiquetas: Focaccia
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